Litoral derrotó otra vez a CAMG en el clásico de la cuidad. Fue una partido de muchas emociones, con un gran planteo y lectura del local principalmente en los primeros 45 minutos. Los Rojos mostraron actitud en el complemento, pero no les alcanzó frente a un rival que fue superior. LA CRÓNICA Y LOS GOLES DEL PARTIDO
Otra vez el Blanco. Queda lejos ya la fecha del 20 de mayo de 2012, día en que el Rojo ganaba su último clásico de local frente a Litoral. Ahora la historia recorre quizás la racha más positiva para los Blancos, que hacen seis partidos que no pierden frente a su acérrimo contrincante, que comanda holgadamente el historial entre estos dos equipos.
Pero la superioridad histórica de los Rojos (tienen muchos más clásicos ganados entre sí) y la actualidad brillante de los Blancos (vienen de ser campeones en 2014, ganaron la copa de la ciudad y comandan la tabla junto a Viale y Cerrito) son sólo estadísticas. Números y registros que sirven para vestir periodísticamente un tema, pero que no tienen nada que ver con el aquí y ahora de la situación. Si nos remitimos solo a analizar lo sucedido el domingo pasado en el Beto Main, queda claro que Litoral ganó bien. Interpretó, planteó y planificó el partido que jugó, principalmente en el primer tiempo.
Yiyo Werner sabía que más allá de los dos cambios de nombres en relación al equipo que goleó en Tabossi, necesitaba otro planteo para superar ampliamente, como lo hizo en los primeros 45 minutos a su rival de turno. Movió a Ackerman a la izquierda, que se comió crudo cada una de las insinuaciones de Medina por ese sector. Y cuando el delantero Rojo optó por cambiarse de punta perdió nuevamente frente al tiempista Barrios por el sector derecho.
El ingreso de Penau como uno de los dos centrales le permitió borrar al goleador Rojo Kevin López, el referente en la red de la visita. Y las escaladas de Paez complicaron por su sector y cuando hubo que neutralizar al creativo Figueroa, el juvenil blanco se puso el overol y realizó un gran trabajo. Castañeda, además, fue clave con su velocidad y entrega el primer tiempo, tal es así que fue decisivo para marcar el primer gol, con una escalada por el sector derecho donde siempre le ganó a Galván el duelo mano a mano.
La pegada de Hennin (que se encargó de Varisco) le permitió al Blanco encontrar el segundo gol, donde Ackerman bajó el balón para Alan Casco y este estampó un golazo.
El segundo tiempo fue otra cosa, el Rojo herido salió a matar o morir y la apuesta de Schmidt casi da resultado. El ingreso de Tabares por Graciani le dio más salida al Rojo que manejó los primeros treinta minutos del complemento a discreción. No solo encontró el descuento a través del penal ejecutado por Figueroa, sino que tuvo muy cerca de empatar con varias jugadas de mucho criterio, pero donde careció de la puntada final, o chocó contra uno de los mejores arqueros de la temporada pasada, como es el Gato Fontanini.
Litoral, sorprendido se tiró peligrosamente muy atrás, pero la potencia y la efectividad de Murador (que le ha marcado cuatro goles al Rojo en los tres partidos que lo enfrentó) le permitieron respirar y liquidar la historia con una contra de manual.
El Blanco ganó mucho más que un partido. Ganó justificadamente el clásico. Sigue puntero. Se adjudicó la copa de la ciudad y continúa por un camino que ha sido trazado por la dirigencia, que lo enfoca como uno de los protagonistas para el presente certamen.