El equipo de Moro dio un gran paso hacia cuartos de final. Despachó al último de la zona Norte con un contundente 5 a 2 en su estadio. Este domingo recibe al puntero y único invicto del certamen, Atlético Hasenkamp. Mirá la nota de Rodrigo Asselborn
Este domingo donde se jugaban clásicos importantes en la región, el plantel de Gerónimo Moro no quiso pasar desapercibido, ya que recibió la visita de un equipo que está atravesando un proceso de cambio y transición como lo es Deportivo Tuyango. Hace una semana se habían vistos las caras por primera vez en el año y en un partido chato con pocas ocasiones de gol para ambos lados, la visita se llevó la victoria por la mínima diferencia, con un tanto de penal por intermedio de uno de sus jugadores más regulares del campeonato, Gastón Rodríguez. Este domingo el blanco de Piedras Blancas quería llevarse un buen resultado del Antonio Boleas. Pero la tarde no fue la esperada para la visita, ya que una vez comenzado el cotejo, el local se puso en ventaja por su máximo artillero, Jonathan Larrea, el partido comenzó a ponerse favorable al local, siendo que en frente tenía un Deportivo Tuyango que no oponía resistencia alguna.
Bovril siguió incrementando las cifras en el marcador y alcanzó un decisivo 3 a 0 en el final del primer tiempo. Dos de Larrea y Martínez.
En el complemento no hubo muchos cambios, si bien descontó el equipo de la costa del Rio Paraná, y es donde el técnico local agotó las variantes, y apostó a los segundos 45 minutos a jugadores que no tienen rodaje habitualmente y reservando para el próximo partido. El mismo culminó 5 a 2 a favor de los conducidos por Moro. Con el dato que el arquero Wiggenauser contuvo un tiro libre penal.
Ahora se viene otro partido como local, y esta vez es el puntero, invicto, y ya clasificado, Atlético Hasenkamp, aquel que le propinó una goleada en la primera rueda, un partido que no será un partido más, sino que los de la capital de Gurí Entrerriano tendrán la gran oportunidad de quitarles el invicto y saber para qué esta realmente este equipo.
Por Rodrigo Asselborn