Gabriel Degenhardt está concluyendo su tercer año en River Plate. El arquero de Octava División arribó en abril de 2017 tras ser observado en Patronato donde jugaba. “Tuve una prueba de tres días y al segundo ya me dijeron que tenía condiciones.
Gabriel Degenhardt está concluyendo su tercer año en River Plate. El arquero de Octava División arribó en abril de 2017 tras ser observado en Patronato donde jugaba. “Tuve una prueba de tres días y al segundo ya me dijeron que tenía condiciones. Restaba resolver el pase con Patronato pero no pudo hacerse rápido por lo que aquel año jugué en la Liga Metropolitana, pero no el Torneo de AFA. A principio de 2018 se destrabó y me instalé en la pensión del club. Fue el 16 de enero. Desde entonces vivo y estudio acá”.
Consultado sobre su temporada, pone de manifiesto su satisfacción: “En lo personal fue un año muy bueno por todo lo que he aprendido. Con los entrenamientos he mejorado la actitud y las cualidades, aunque tengo mucho por corregir. Por suerte he podido mantenerme como titular y con buenos rendimientos. En lo personal también ha sido un lindo año, disfrutando con la familia siempre que se pueda y extrañándolos todo el año”.
La competencia de AFA en su categoría, tuvo dos torneos a lo largo del año, divididos en dos zonas de las cuales los dos primeros avanzaban a las semifinales. “En ambos estuvimos peleando los primeros lugares. No pudimos meternos en la fase decisiva, pero tuvimos el mérito de competir entre los primeros lugares dando lo mejor del equipo”, sostiene. En las dos competencias de Octava, River terminó tercero. En la primera del año quedó detrás de Vélez (a 2 puntos) y Talleres (a 1); mientras que en la segunda prueba se ubicó por debajo de Lanús (a 4 puntos) y San Lorenzo (a 3).
Además del rendimiento colectivo, Gabriel o “El Gurí”, tal como lo apodan en River, recibió el premio a la valla menos vencida de la temporada por parte de la Superliga Argentina de Fútbol. Le convirtieron solamente 6 goles en 13 partidos durante el torneo del primer semestre y 8 en 14 en el segundo. Gigante. “Es un reconocimiento a mi laburo y al de mis compañeros en la cancha como también al de los profes, técnicos, entrenador de arqueros y a mi familia que está siempre acompañándome”, reconoce.
Durante el 2018 también tuvo la posibilidad de vivir una experiencia inolvidable en Inglaterra, donde la Octava participó de un torneo desarrollado en Loughborough por la Premier League. Con lujo de detalle recuerda: “Fue del 18 al 22 de octubre donde los equipos fueron divididos en zonas de cuatro. Perdimos el primer partido ante el Tottenham 2-1, luego le ganamos al Everton 3-1 y al Fulham 3-0. En semifinales perdimos por penales con el Manchester City 4-2 luego de empatar 0-0. Fue una experiencia increíble en todo sentido, desde lo futbolístico hasta conocer un país del primer mundo desarrollado en todos los aspectos. Ellos, a nivel clubes, están avanzados en muchas cosas, tienen buen físico, buena técnica y eso hace que tengan la calidad que tienen”.
Gabi empezó en el fútbol sencillamente por las ganas de hacer un deporte, lo cual le permitió corregir un problema en la garganta que padecía de chico: “Me congestionaba, a veces no podía respirar”, cuenta. Fue un paso muy breve por el fútbol de su ciudad para desembarcar en Santa Fe FC (filial del Corinthians de Brasil), luego Paraná, de nuevo a Santa Fe, estuvo en Colón hasta llegar a Patronato y de ahí todo lo conocido. “Mis referentes son en su mayoría de Europa, aunque en los últimos tiempos veo los arqueros de Argentina ya que hay un buen nivel. Trato de tomar de cada uno un poco para mejorar. Me considero un arquero que trata de jugar fuera del área chica, no quedarme abajo del arco y no tengo problemas en jugar con el pie”, comenta.
Con 15 años tuvo varias oportunidades de ser alcanza pelotas en los partidos de Primera: “Me tocó durante el año pasado en varias ocasiones y fue una experiencia bárbara. Estar cerca de los jugadores, escucharlos hablar, las indicaciones, cómo se entienden, la forma en que juegan y demás, te enseña mucho. Lo mismo los arqueros, la forma en que trabajan a la defensa. En cuanto a nuestro rol nos pedían que fuéramos astutos. Al ser River un equipo que ataca mucho, debíamos estar atentos a la jugada para devolver la pelota de inmediato si estaba en plena ofensiva”.
Pasó una temporada muy positiva para el “Gurí” Degenhardt, pensando ya en nuevos desafíos para el año próximo: “Voy a dejar todo en cada entrenamiento y mejorar todo lo que pueda. Cada vez se hace más competitivo, pasas a Séptima, luego a Sexta y cambian las cosas porque te dicen si podés seguir o no. Llegar a Primera es el principal sueño que tengo, por mí y por mi familia, amigos y compañeros. Tengo a mis padres y somos tres hermanos, yo soy el menor. También tengo un sobrinito y ellos me dan muchas ganas de seguir para hacerlos felices”.
Fuente: El Observador