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02/07/2020

EL HILO BLANCO: YIYO WERNER Y LITORAL, AMOR ETERNO

La vida presenta miles de ejemplos donde dos caminos aparecen unidos por diversas circunstancias. Primeramente porque coinciden en tiempo y espacio, segundo quizás porque existe un vínculo necesario donde uno necesite del otro, y tercero porque es posible que a pesar de lo que suceda, siempre intentarán estar cerca. Aquí la historia de Omar Werner como jugador y DT y su hilo blanco que lo une a Litoral. Una historia narrada por el periodista Mauricio Jacob.

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EL HILO BLANCO: YIYO WERNER Y LITORAL, AMOR ETERNO
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EL HILO BLANCO: YIYO WERNER Y LITORAL, AMOR ETERNO

Trasladado esto al planeta fútbol y haciendo especial hincapié en el ámbito de Paraná Campaña, los casos abundan, esos que hablan de jugadores muy ligados a un color, o aquellos que se codearon seguidamente con la gloria, o quienes fueron jugadores, entrenadores y dirigentes de un club, en fin, el que se venga a la mente.

Pero aquí estamos ante uno muy especial, un enlace futbolístico que presenta una particularidad, y como toda particularidad, no suele encontrarse muy a menudo en el común del ambiente futbolero. Omar Werner, o sencillamente Yiyo, fue protagonista de todas las finales disputadas por Litoral de María Grande. Dos como jugador y dos como DT. Primero en 1988, siendo prácticamente un juvenil, luego en el 2004 quemando sus últimos cartuchos como futbolista, siguió en el 2005 ya como entrenador y finalmente en el 2014, donde se dio el lujo de celebrar como campeón en el primer título de la historia para el club.

FINAL A LA VISTA: “1988 fue el primer año futbolísticamente y dirigencialmente donde Litoral pide un cambio con Eduardo Bruno a la cabeza -recuerda Yiyo-. Tenía 22 años y venía jugando con esas desprolijidades que el club tenía tiempo atrás, hasta que se decidió armar un equipo sólido. Recuerdo que la base la conformábamos Sangoy; Néstor Puntín, Daniel Barrera, yo, Félix Duró; Gata Ciarroca, Carlos Romero, Pila Gómez, Gitano Avilé; Negro Franco y Alcides Herrera. Alternaban muchas veces Saccani, Horacio Franco, Miguel Barroso, Cofito Gotte… A veces jugábamos con tres delanteros pero no éramos un plantel muy largo”, remarca.

Siguiendo con la narración, agrega: “Teníamos a Franco en su mejor esplendor y a Alcides con su sacrificio de siempre. Comenzamos en mitad de tabla porque empatamos varios partidos en tiempos que clasificaban dos por zona. Continuamos subiendo y de la Sur pasamos Litoral (invicto) y Cerrito. En semifinales derrotamos a Deportivo Bovril y en la final nos volvimos a cruzar con Cerrito que tenía un gran equipo. Después, con algunos refuerzos, tendría esa recordada participación en el Torneo Regional”.

“En el primer duelo final ganamos 1-0 en María Grande con gol de Saccani. De visitante perdimos 2-0 y en el tercer partido jugado en cancha de Atlético Hasenkamp, igualamos 1-1 (gol de Romero) pero perdimos por penales”, explica.

Curiosamente en aquella definición, quienes fallaron sus disparos fueron el propio Werner y Barroso. El tiempo los volvería a unir en el 2014 donde el destino le tenía preparado un momento inolvidable. Ambos celebraron el título con Litoral, Yiyo como entrenador y Miguel como presidente. Hubo revancha.

Refiriéndose a las características del equipo, Yiyo señala: “Era muy fuerte como grupo, con mucho sacrificio y teníamos al Negro Franco que era un as de espada. Habían jugadores que marcaban diferencia y el resto hacía su trabajo, su entrega. Futbolísticamente teníamos material para ser campeones, ellos (por Cerrito) estuvieron más finos en la definición por penales. La gente siempre recordó aquella final, tuvimos el reconocimiento, naturalmente que no es como ahora con toda la trascendencia que existe con las redes sociales. Hasta 1987, Litoral era el último en cada campeonato y los otros equipos se peleaban para ver quién nos hacía más goles. En 1988 fue un año donde se marcó una organización correcta y dirigentes convencidos de que se podía”.

DE NUEVO AL PRIMER PLANO: Luego de aquel episodio, el club volvió a deambular por los últimos escalones resultadistas, sin un rumbo determinado. En el 2002 y 2003 Litoral no participó de Paraná Campaña, retornando a la competencia en el 2004 con un pequeño grupo de entusiastas que querían ver a su club futbolísticamente representado. “Personalmente hacía dos años que no jugaba y cuando empezamos con los entrenamientos éramos tan pocos que hasta me animaba a trotar un rato”, continúa Yiyo.

Sebastián Resnitzky era el DT y se quiso incorporar a Oscar Cacho Milocco como refuerzo en el puesto de la zaga central. “Hubo problemas con el pase que pertenecía a Atlético Paraná. El domingo a la mañana, previo al debut con Arsenal, tocaron el timbre de casa y Sebastián me comentó que Milocco no iba a jugar, les pidió que se arreglen de alguna manera para ese partido y que durante la semana iba a conseguir el pase. Ante esa situación Seba me propuso jugar porque otro no había. Le comenté que llevaba dos años sin jugar, tenía 39 años y terminé aceptando siempre y cuando tuvieran confianza”.

Litoral 2004. Arriba, Ortíz, Marioni, Werner, Álvarez, Fletes y Villalba. Abajo: Escobué, Flores, Correa, Monzón y Alegre.
De nuevo al ruedo con la casaca de Litoral. Más allá que costaron los primeros minutos de aquel partido, por la noche se reunieron y le plantearon formar parte del plantel durante toda la temporada. “Se cerró el capítulo de Milocco, me sumé a las prácticas y seguí jugando dando una mano con la experiencia desde adentro de la cancha. Ordenando al equipo, hablando con el árbitro y volcando lo que uno sabía”, subraya.

En la temporada 2004 Litoral tiene una primera fase complicada pero luego se da un quiebre. “Era un grupo humano espectacular. En la primer ronda habíamos hecho solamente 4 puntos, le ganamos 6-0 a Atlético en el clásico y de ahí en adelante nos fortalecimos y donde íbamos ganábamos”.

De esa manera llegó hasta la final con una base compuesta por Villalba; Daniel Blanco, Werner, Álvarez, Nelson Alegre; Ramiro Flores, Carlos Rivas, D. Pérez, Ángel Ortíz; Daniel Correa y Diego Escobué. Alternaban Claudio Rivas, Feltes y Marioni. En el duelo decisivo volvió a aparecer del otro lado Unión Agrarios Cerrito.

La mala suerte estuvo del lado de Litoral que padeció bajas de dos jugadores determinantes para las finales. Carlos Rivas se lesionó la rodilla en cuartos de final ante Juventud Sarmiento, si bien estuvo en la revancha con Cerrito e ingresó, lo hizo con serios problemas ya que no estaba recuperado. Quien tampoco pudo estar fue Daniel Checho Correa, expulsado en semifinales con Viale FBC. Eran dos jugadores determinantes en la estructura del equipo.

En ambas finales se impuso el CUAC: 1-0 en María Grande (gol de Omarini) y 3-0 en terreno del Verde (Jorge Coio Martínez, Omarini y Hugo Fontana). Entre otros para el campeón jugaban, Walter Jacob, los mencionados goleadores, Yaryez, Martín Lódolo, Guillermo Cabeza y el propio Rolando Céparo que también era DT.

Litoral 2005, el debut de Werner como DT. Arriba: Nárvaez, Cristian Correa, Avilé, Werner, Ortíz, Tosso, Álvarez, P. Rodríguez, Villalba, Feltes y Rivas. Abajo: Villalba, Goróz, Moine, Flores, Rodríguez, Daniel Correa y Claudio Rivas.
EL DEBUT: En la temporada siguiente Litoral volvió a llegar a otra final en el debut de Yiyo como DT, manteniendo la base del anterior equipo pero por sobre todas las cosas la consolidación como grupo: “Eso era fundamental -resalta-. Podés traer muy buenos jugadores pero si no hay buen ambiente entre todos, no llegás lejos. Éramos un equipo humilde, quizás sin grandes nombres resonantes, pero sólidos desde lo humano”, enfatiza Werner.

El Blanco finalizó en la cima de las colocaciones de la Zona Sur igualando con Cerrito, eliminó a Deportivo Bovril en cuartos y se tomó revancha de Unión Agrarios en semifinales. En el cruce por el título, la suerte le volvió a ser esquiva para la entidad mariagrandense. En esa ocasión el verdugo de turno fue Juventud Sarmiento de Hasenkamp.

Empate sin goles en el Estadio “Beto Maín” y derrota contundente en terrenos del Pirata por 5-1, goles de Ramón Gómez -2-, Roberto González y Diego Casal -2- para el local; Miguel Álvarez para Litoral.

LA GLORIA: Werner siguió su camino como DT, desembocó en Deportivo Tabossi donde se dio el gran gusto de lograr el primer título en lo personal y el primero en la historia del club allá por el 2011 en dupla con Resnitzky.

Con más experiencia del otro lado de la línea, volvió a Litoral en el 2013 y al año siguiente llegó la posibilidad de alcanzar el sueño de toda la vida: campeón con su club.

“Hubo cambió de Comisión para esa temporada. Me convocaron para dialogar, les planteé cuál era mi idea y mis requisitos. Algunos lo aceptaron, a otros le parecía una locura. Estaban quienes querían traer varios refuerzos y salir campeón sí o sí pero yo no era partidario de eso. Terminamos conformando un lindo grupo de jugadores, muchos de los cuales la gente no conocía y se terminaron destacando. Fue un año espectacular”, rememora.

La seguridad de Fontanini en el arco, la voz de mando de Carlos Rivas desde el fondo, la experiencia de Santiago Hennin en el medio, la capacidad de Leandro Figueroa, el desequilibrio de Alan Casco y la capacidad goleadora de Nicolás Murador o Claudio Racig, fueron algunos de los puntos fuertes.

Luego de una muy buena ronda clasificatoria, eliminó a Atlético Hernandarias y Juventud Sarmiento. En la final se dio el gusto enorme de poder derrotar a Cerrito, elenco con el que ya había perdido dos finales. Fue 1-0 en la ida jugada en cancha de Unión Agrarios con gol de Alan Casco tras una brillante maniobra de Figueroa por la derecha. En la revancha, con un estadio repleto como jamás se había visto, fue triunfo 2-0 con goles de Casco y Racig.

Perdió solamente 3 partidos, ganó 12 y empató 3. Marcó 30 goles y recibió 8. Una campaña memorable de principio a fin que tuvo un desenlace soñado. “Hubo grandes jugadores con un nivel alto, en lo personal tenía más experiencia, ya sabía lo que era salir campeón pero me faltaba serlo con Litoral. El deseo de siempre. Tuvimos un grupo que siempre estuvo fuerte y unido, jugamos finales difíciles y así fue que llegamos a la final otra vez con Cerrito, pero en esta ocasión festejamos nosotros”, cuenta.

PARA TODA LA VIDA: No es poca cosa lo que aquí se narra. La unidad entre dos puntos a lo largo del tiempo. Werner-Litoral y las finales. El destino quiso que esté como protagonista en cada una de ellas, pero también fue el propio Yiyo el encargado de escribir parte de ese destino. Así lo resume el propio DT: “Me siento orgulloso, satisfecho. En distintos años tuvimos lindos grupos de jugadores, buena gente que se comprometió y llegamos a las finales. En 1988 tenía 22 años y corría por horas sin cansarme, la segunda en el 2004 la termino jugando casi de casualidad con 39 años. En el 2005 el grupo me aceptó como DT y llegamos a otra final. Y en el 2014, con más experiencia, pudimos celebrar y alcanzar eso que nos debíamos entre todos. Un campeonato para el club. Siempre digo que si algún día tengo nietos y puedo contarles la historia de Litoral, me voy a sentir parte porque estuve siempre presente”.

Por Mauricio Jacob

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