La 12ª edición tuvo su epicentro en el Estadio “José María Minella” de Mar del Plata entre el 12 y el 26 de marzo de 1995. En ese contexto Crespo contó con sus representantes: Carmen Mabel Arrúa y José María “Treinta” Villagra. Ambos escribieron un episodio histórico en el deporte de la ciudad al competir en los Juegos Panamericanos. La atleta ya se encontraba en esos tiempos, radicada en España, pero participó representando al equipo argentino en carreras de pista terminando 8ª en los 1.500m.
Luego de 44 años Argentina volvía a organizar los Juegos Panamericanos. La 12ª edición tuvo su epicentro en el Estadio “José María Minella” de Mar del Plata entre el 12 y el 26 de marzo de 1995. Fueron inaugurados por el presidente de la nación Carlos Menem y estuvieron caracterizados por el crecimiento en deportes, con siete nuevas disciplinas y la disputa de 100 títulos más con relación a La Habana 1991. Se disputaron por primera vez los eventos de Karate, Squash y Triatlón.
42 países participaron de la cita deportiva con más de 5000 atletas. En la ceremonia de apertura, luego de recorrer 19 ciudades argentinas, la antorcha fue depositada en el pebetero por la patinadora Nora Vega, nacida precisamente en La Feliz. La canción oficial denominada Toda América, fue interpretada por Valeria Lynch y Jairo con música de Lalo Schiffrin.
En ese contexto Crespo contó con sus representantes: Carmen Mabel Arrúa y José María “Treinta” Villagra. Ambos escribieron un episodio histórico en el deporte de la ciudad al competir en los Juegos Panamericanos. La atleta ya se encontraba en esos tiempos, radicada en España, pero participó representando al equipo argentino en carreras de pista terminando 8ª en los 1.500m.
Por su parte, Treinta salió a escena en la maratón de 42km y así lo recordó en charla con El Observador a 25 años de aquel episodio: “Es uno de los recuerdos más lindos de mi vida, clasificar para un Panamericano, participar, más en Argentina… Fue el 25 de marzo de 1995 a las 7.00. Yo era suplente del equipo argentino porque habíamos clasificado tres pero eran dos los que representaban a cada país y por ser sede pude estar en el equipo como suplente. Toribio Gutiérrez abandonó, Tranquilino Valenzuela terminó 10º y yo 11º. Fue algo emocionante, muy duro, una carrera para recordar”, lo cuenta con la precisión de haberlo vivido ayer mismo.
“Largamos 86 de diferentes países, partimos desde Miramar con viento de mar cruzado, en ese momento yo pesaba 48 kilos, salieron todos a ganar medallas y yo quedé último, corriendo a mi ritmo. Cuando pasamos de Miramar a Chapadmalal yo iba último, pero era paciente y cuando corría me olvidaba del mundo y quería lograr lo mejor. Me olvidaba que estaban los campeones del mundo, un cubano que había salido campeón panamericano, un brasilero que era récordman y me concentré. En el km 16 se empezaron a quedar y en el km19 abandonó Toribio”, le narra a El Observador.
“En una parte se me complicó cuando comenzó a jugarme una mala pasada el aspecto psicológico. Me entró mucha angustia, me paralicé y me desconcentré. Después me focalicé nuevamente y seguí, ver a los 10 primeros ahí adelante, llegar y ver todo el estadio… fue algo soñado”, rememora.
Fuente: El Observador